
Higiene en agroalimentario: rodillos y transportadores ‘washdown’ y diseño higiénico
Tiempo de lectura: < 9 minutosEn el sector agroalimentario, la higiene no es un extra: se decide en el diseño del transportador. Elegir transportadores higiénicos y rodillos washdown reduce el riesgo de contaminación, recorta tiempos de limpieza y evita sustos en auditorías. A continuación tienes los criterios clave para especificar equipos “washdown” (o adaptar una línea existente) con un enfoque práctico.
Qué exige el sector: riesgos, normas y certificaciones
Marco normativo esencial (UE 10/2011, FDA, HACCP)
En contacto directo o indirecto con alimentos, los materiales y la geometría deben evitar migraciones, facilitar la limpieza y no crear refugios.
- UE 10/2011: clave para plásticos, recubrimientos y componentes con contacto alimentario. Lo importante aquí es poder aportar declaración de conformidad y trazabilidad cuando aplique.
- FDA (si hay exportación o requisitos del cliente): se traduce en selección de materiales y, sobre todo, en lubricantes y sellos aptos.
HACCP: el transportador debe encajar en el plan: diseño que reduzca peligros, permita inspección y haga viable la verificación.
Grados de protección (IP67–IP69K en motores y elementos eléctricos)
En entornos washdown, el fallo suele venir por donde entra agua y química: conectores, prensaestopas, cajas, sensores.
- IP67: Adecuado cuando hay lavados intensivos y posibilidad de inmersión accidental.
- IP69K:Recomendable si se usan chorros a alta presión/temperatura cerca de motores y elementos eléctricos.
Detalles que marcan la diferencia:
- Carcasas sin cavidades, conectores estancos y orientación “drip-off” (que el agua no se quede colgando en el conector).
- Cables con camisa lisa resistente a químicos; evitar fundas trenzadas que retienen suciedad.
Principios de diseño higiénico en transportadores
Un transportador “higiénico” no es solo el material: es la suma de superficies, uniones, accesibilidad y drenaje. Si el equipo no se puede limpiar rápido y comprobar fácil, en la práctica no es higiénico.
Materiales y acabados (AISI 304/316, rugosidad, pasivado)
- AISI 304: suficiente en muchas aplicaciones estándar.
- AISI 316: más adecuado en ambientes salinos, clorados o especialmente agresivos.
- Superficies lisas (rugosidad controlada) para dificultar la adhesión.
Pasivado y tratamiento de soldaduras: ayudan a mantener la protección del inox y a evitar zonas “problemáticas” tras el cordón.
Drenajes e inclinaciones (evitar “puntos de agua”)
La humedad retenida es un imán para incidencias. Buenas prácticas:
- Bastidores y bandejas con pendientes visibles hacia el desagüe.
- Evitar horizontales perfectas: que el agua salga sola.
- Fuera solapes, “bolsillos” y zonas donde el agua se quede atrapada.
Radios, aristas y accesibilidad (sin ángulos vivos; desmontaje rápido)
- Radios amplios y aristas eliminadas: menos acumulación y limpieza más rápida.
- Acceso sencillo a rodillos, guías y protectores; idealmente desmontaje rápido para limpieza rutinaria.
- Evitar tornillería interna o puntos ocultos que no “ven” el enjuague.
Uniones y soldaduras (soldadura continua; evitar roscas expuestas)
- Soldadura continua (y bien acabada): menos fisuras y menos refugios.
- Minimizar juntas atornilladas; si son necesarias, tornillería higiénica y fuera de zona de producto.
- Juntas y sellados aptos para contacto y resistentes a los químicos habituales de limpieza.
Rodillos y componentes ‘washdown’
Aquí es donde muchos proyectos se “caen”: un bastidor muy bien diseñado con componentes que no aguantan el lavado termina generando paradas, corrosión prematura o pérdida de estanqueidad.
Rodillos y ejes (inox, recubrimientos grado alimentario)
- Tubos y ejes en inox; si se requiere tracción o protección del producto, usar recubrimientos grado alimentario (PVC/PU según necesidad).
- Diseños sin cavidades en extremos: tapas higiénicas que cierren el tubo y eviten entrada de agua/residuos.
- Adhesivos y uniones compatibles con el entorno (químicos + temperatura + presión).
Rodamientos y sellos (2RS/HP, grasa H1, tapas higiénicas)
- Sellos de alto rendimiento (2RS/HP) para resistir chorros y detergentes.
- Grasa H1 (o equivalente) cuando existe riesgo de contacto incidental.
- Tapas higiénicas para proteger el alojamiento y reducir entrada de agua/partículas.
Elementos motrices (MDR/motores con IP alto, cables y conectores higiénicos)
- Seleccionar IP67 o IP69K según protocolo real de lavado (no “por costumbre”).
- Superficies lisas, sin aletas abiertas y con diseño que no acumule suciedad.
Cables y conectores higiénicos, con rutas que favorezcan el goteo y eviten retenciones.
Soportes y reductores en inox o con recubrimientos aprobados, evitando acabados que puedan descascarillar.
Limpieza, saneamiento y validación
El diseño higiénico se confirma en operación: si el equipo no se limpia bien de forma repetible, el cumplimiento es frágil.
Procedimientos CIP/SIP y detergentes compatibles
Definir un estándar simple y repetible:
- Pre-enjuague → detergente → enjuague → desinfección
- Tiempos, temperaturas y concentraciones definidos
- Detergentes compatibles con inox, plásticos y juntas del equipo
- Enjuague hasta neutralidad, según el plan del cliente
También ayuda separar zonas de alta/baja presión y proteger puntos sensibles según indicaciones del fabricante.
Verificación y registros (ATP, auditorías, puntos críticos)
- Verificación post-limpieza con ATP/hisopados en puntos críticos: rodillos de entrada, guías, uniones y zonas bajo protectores.
- Registros trazables: fecha, responsable, químicos, incidencias y acciones correctivas.
- Auditorías internas periódicas para asegurar que diseño, limpieza y repuestos siguen siendo “higiénicos” con el paso del tiempo.



