¿Qué es la obsolescencia programada?
El modelo productivo y la economía mundial se basan en la producción por parte de las empresas y la adquisición de estos bienes o productos por los consumidores, ya sean otras empresas o particulares. Cuando hablamos de electrodomésticos, electrónica, vehículos e incluso maquinaria industrial o sus componentes parece que damos por sentado que el tiempo de vida media de estos aparatos será mucho menor que años atrás y que tendremos que renovarlos en un tiempo concreto. Hoy en día cuando compramos un frigorífico o una lavadora damos casi por seguro que no será para toda la vida. Igualmente con un aparato electrónico donde el ejemplo más claro lo tenemos en los móviles.
Y, ¿por qué es esto así si contamos con más tecnología y medios para fabricar mejores equipos? La causa es la obsolescencia programada, es decir, algunos equipos se fabrican sabiendo de partida que fallarán o dejarán de funcionar óptimamente en un tiempo concreto. La obsolescencia programada es la fabricación de forma deliberada de un producto con fecha de caducidad, solo que no nos indican la fecha. Además, cuando la reparación sea posible el elevado coste de esta hace que el consumidor opte por no repárarlo y comprar uno nuevo.
La existencia de obsolescencia programada es un hecho y plantea tres cuestiones importantes. Una primera es pensar si es legal programar el aparato para que deje de funcionar; una la segunda cuestión es plantearse, ¿es esto rentable a largo plazo para las empresas? Y la última, ¿es este modelo sostenible y socialmente aceptable?
La legalidad de la obsolescencia programada
Sorprendentemente no existe una legislación ni a nivel europeo ni nacional que prohíba de forma expresa la obsolescencia programada. Las propuestas o iniciativas legislativas están dirigidas a que el fabricante incluya la información sobre la vida media del equipo, los costes de reparación, etc., lo que facilitaría al consumidor decidir sobre si comprarlo o no. Algunas voces indican que una legislación muy severa en este sentido podría provocar un freno en la capacidad de innovación de las empresas. Sobre esto se abriría un amplio debate. Desde nuestra experiencia como fabricantes de sistemas transportadores (rodillos, bandas transportadoras, etc.) la fiabilidad y robustez y seguridad de cualquier equipo fabricado o su instalación son los objetivos primordiales. Por tanto, no hay cabida para una obsolescencia programada.
¿Es rentable la obsolescencia programada para una empresa?
Este puede ser un tema controvertido ya que el origen de la obsolescencia programada es provocar en el consumidor la necesidad de comprar un nuevo aparato y por tanto, aumentar nuestro volumen de facturación. Pero aquí hay que realizar algunos matices. Puede ser rentable si sólo evaluamos cuentas de resultados de dos o tres años, pero ¿qué ocurre a largo plazo? Si el consumidor sabe (o piensa, porque ocurre mayormente así) que un equipo electrónico o un electrodoméstico se nos romperá en un tiempo, indeterminado, pero más bien pronto que tarde, ¿no tenderá a comprar el más barato? ¿No perderá valor el producto fabricado? ¿No tendremos que producir más para compensar la necesidad de bajar el precio?
También podemos plantear la cuestión desde otro punto de vista, ¿es rentable luchar contra la obsolescencia programada? Pues sí, lo es. Una marca o fabricante cuyos productos sean fiables y duraderos tendrá mucho más prestigio y valor de cara a los consumidores. Evidentemente siempre habrá elementos que requieran de un reemplazamiento cuando cumplan un determinado número de ciclos de trabajo, pero esta renovación no estará relacionada con una fabricación defectuosa a propósito, que es lo que se denomina obsolescencia programada.
Desde nuestro punto de vista y centrándonos en nuestro campo de experiencia (transportadores de rodillos, transportadores de banda, estaciones de maquinaria , etc.) el incremento en la demanda de nuestros productos debe basarse en la calidad del producto fabricado y en la actualización tecnológica de las instalaciones y nunca en fallos programados de los equipos. La innovación y la aplicación de la última tecnología en los sistemas de control, software, sistema de rastreo (GPS, radiofrecuencia, etc.), mejora en el diseño de estaciones de maquinaria para incrementar su usabilidad y eficiencia, uso de nuevos materiales, etc.
La utilización de la obsolescencia programada es insostenible desde el punto de vista de daño al medio ambiente
La obsolescencia programada es totalmente insostenible desde un punto de vista de protección medioambiental y de los efectos climáticos. Muchos expertos ya indican la imposibilidad de revertir los efectos climáticos de un modelo de consumo de usar y tirar, siendo optimistas estamos en el límite de punto de no retorno, pero podemos modificar la forma de producir. En el marco de la Unión Europea ya están en marcha medidas que promueven el cambio a sistemas de economía circular. La economía circular busca la optimización de los recursos, reducir la necesidad de materias primas, promover la reutilización, la reducción de desechos y su correcto reciclaje para reintroducirlos en el sistema de producción.
Conseguir un sistema productivo sostenible en el que la obsolescencia programada no sea una opción de modelo de negocio requiere de la concienciación social de consumidores y fabricantes y de una legislación adecuada al respecto.