El precio de la energía se ha convertido en el peor enemigo de los bolsillos no sólo de los ciudadanos sino de todo tipo de empresas que dependen directamente de un consumo continuado con el que mantener su ritmo de producción.

Los disparatados precios de luz, combustibles y gas que llevamos meses arrastrando han alcanzado niveles insostenibles por el añadido de las consecuencias derivadas de la guerra que tristemente padece Ucrania, donde al horror y la tragedia humana se ha de sumar el martirio económico no sólo para el pueblo ucraniano sino para todos los países.

Grandes empresas españolas han optado por paralizar su actividad ante la imposibilidad de afrontar los gastos de electricidad con niveles históricos como los 700 €/MWh que se están alcanzando estos días en algunos tramos horarios.

Además, el precio de la energía en nuestro país es superior al de otros países vecinos europeos, lo que reduce nuestra competitividad en casi 3000 millones de euros respecto a Francia, por ejemplo.

El precio de la energía amenaza con asfixiar a empresas, autónomos y por ende a sus trabajadores.

Las últimas noticias procedentes de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), nos muestran como la gran mayoría de socios integrantes de la misma han tenido que suspender su actividad durante algunos días incapaces de afrontar los costes de consumo energético al elevado precio que estamos soportando durante esta primera quincena de marzo de 2022.

Esta práctica de “apagón de producción” podría incluso repetirse en fechas posteriores si nuevamente se alcanzan esos niveles históricos e insostenibles en el coste de la energía eléctrica. Muchas de ellas han aprovechado para labores de mantenimiento, pero avisan de lo complicado de la situación si ello persiste, con plantillas de cientos de trabajadores a su cargo.

Reiteradamente, desde todas las asociaciones de empresarios y autónomos se pide al gobierno una actuación eficaz y ágil que compense estos gastos excesivos para evitar que se paralice la producción y ello afecte de forma irreversible a la salud y continuidad del tejido empresarial de nuestro país, tan dañado ya por los sucesivos periodos de crisis que arrastramos.

En Eurotransis no somos ajenos a esta realidad que padecemos, ya sea a nivel empresarial o particular como ciudadanos de a pie, pues las constantes subidas en el precio de la luz o el combustible repercuten siempre negativamente en la salud económica de todos.

Aun así, seguimos trabajando para ofrecer como hasta ahora productos de calidad con los que dotar a las empresas de nuestros rodillos y transportadores y dar respuesta a todas las demandas y necesidades de la industria.